Hola a todos amigos. Como se puede prever, la cosa hoy va sobre el parto, en especial sobre ese momento cúlmine en el que la mujer rompe ese lazo físico estrecho que le une a su bebé, y donde tú, como residente de matrona como es mi caso, estallas de emoción por poder estar presente en dicho momento, y sobre todo, por poder asistir, ayudar, acompañar, colaborar... y todos aquellos verbos maravillosos que podamos encontrar, a que esa nueva vida llegue a este mundo, a que respire y vea por primera vez a su mamá.
Nunca tuve claro lo que quería hacer en mi vida, no he sido una chica de proyectos claros, pero ahora me doy cuenta de que todo me ha llevado hasta aquí por algo, y es que soy feliz y preveo que seré muy feliz dedicándome a esta profesión. Me encanta la enfermería y todas sus facetas, pero la obstetricia, sin ser algo que yo desease con todas mis ganas desde el comienzo como le pasa a mucha gente, ha sido todo un descubrimiento para mi, y 95% positivo podría decirse (reservamos ese 5% como margen para todas aquellos aspectos a mejorar en los que tenemos que seguir trabajando y avanzando, tratando de ser realista, y puede que no llegando a serlo jeje). ¡Me encanta este mundo!, unir el amor por la enfermería con el amor a la vida, da el mejor resultado que podría esperar, y ese es tener la oportunidad de poder llegar a ser matrona, acompañar a las mujeres en los momentos más felices de su vida y en los a veces, no tan fáciles, pero en definitiva, dedicarte por completo a la mujer. Doy millones de gracias por esta oportunidad.
Sin haber rotado todavía por paritorio, en cada una de las guardias que he realizado hasta ahora allí, he podido observar y realizar cada vez más tareas. Poco a poco van ganando confianza en ti, hasta tú vas confiando más en lo que haces y lo que piensas, van viendo que estás atenta, que aprendes sobre lo que te dicen, que te informas, que te formas... y eso se siente en el trabajo, se crea un buen ambiente de colaboración, llega un momento en el que te ves capaz de tomar alguna decisión (aunque todavía tengas que consultar todo antes de hacerlo, ¡mucho ojo!), pero esto es algo bajo mi punto de vista y de cualquier forma, fantástico. Entre otras muchas cosas, ya he tenido la oportunidad de asistir un parto (hasta el momento acompañada y siendo dirigida), de principio a fin. No todo es de color de rosa, es algo que debemos tener claro al entrar aquí, hay momentos más duros, momentos en los que la paciencia debe reinar, otros en los que la sensatez, la cordura, la tranquilidad, el sosiego, momentos donde debemos transmitir más que hablar, otros en los que la palabra manda, una información correcta y cercana, el acompañamiento... pero todo en su estilo es precioso, de todo se aprende, con todo se puede disfrutar. Ha sido muy especial para mi, sentir como mis brazos acogen por primera vez a una nueva vida, entregársela a su madre, ver cómo el núcleo familiar se forma, las emociones a flor de piel, risas, llantos, alegría... todo un arcoíris de sensaciones que estoy deseando volver a repetir. ¡Si, me encanta y disfruto con ello!.
Para terminar, me gustaría animar a todas aquellas personas que desean con todas sus fuerzas tener la misma oportunidad que yo, pero también a aquellas personas que, aunque todavía no lo sepan, luchan por esta plaza que les acabará llenando y haciendo felices. Animo a todos aquellos que luchan por su sueño, que no abandonan, que mantienen las fuerzas pese a las circunstancias, a los que abandonan pero sacan fuerzas para levantarse y continuar, y a todos aquellos que en definitiva van a encontrar su futuro en esto tras su esfuerzo. Hablo de la obstetricia y la ginecología en mi caso, pero este ejemplo se puede extrapolar a cualquier especialidad, a cualquier sueño profesional, sed constantes y luchadores, porque afortunadamente, no hay prácticamente nada imposible en esta vida.
¡¡Abrazos para todos!! y hasta la próxima :)
Excelente artículo, lo único que añadiría es que para el hombre es un momento igual de importante (no físicamente, evidentemente) y también hay que saber cuidar eso, aunque sí, está claro que justo en ese momento del parto, prácticamente toda la atención debe centrarse en la madre dada la naturaleza del momento.
ResponderEliminarHola zimokapino! Gracias por el comentario.
EliminarEstá claro que el padre es una pieza importante, pero en estos momentos describo la desunión física madre-hijo, ese preciso instante, y cómo el hijo se reúne por primera vez con su madre (obvio que en el caso de haber padre, será un momento igual de especial, pero en ese momento cúlmine la madre se gana el protagonismo con creces).
Como residente de matrona mi trabajo es y será cuidar de la mujer en todos sus ciclos, pero siempre y en todos los ámbitos de la enfermería, debemos cuidar además de la familia y de la comunidad a parte de a los pacientes, es lo bonito de la enfermería.
Un saludo y espero verte por aquí! :)